De acuerdo con la Ley de Accesibilidad para la Ciudad de México (2017), se debe garantizar la accesibilidad al entorno físico, las edificaciones, los espacios públicos, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y el transporte, especialmente para las personas con discapacidad y con movilidad limitada, para asegurar el ejercicio de sus derechos. Sin embargo, esto dista mucho de lo que se tiene actualmente tienen los espacios e instalaciones, que generan condiciones de discriminación y aumentan la vulnerabilidad de las personas frente a situaciones de emergencia. 

A propósito de la actualización del Manual de Normas Técnicas de Accesibilidad (2024), realizada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México, enfatizo la importancia de conocer este recurso, y aplicarlo en las construcciones y remodelaciones de los espacios para generar rutas accesibles y ofrecer a todas las personas los servicios, el uso de los espacios, desplazamiento autónomo y condiciones de seguridad. Así como, considerar la opinión de las personas expertas en estos temas, y no me refiero a las personas profesionales de la arquitectura y la ingeniería civil, sino a las personas usuarias: las personas con discapacidad, las personas mayores, las infancias.

El Manual de Normas Técnicas de Accesibilidad, indica las condiciones mínimas más no limitativas que deben cumplir los entornos, objetos, instrumentos, herramientas y dispositivos para ser comprensibles, utilizables, practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad.